
15 Oct Alumnado con Altas Capacidades en la clase de idiomas
Estamos en el aula con nuestro grupo y acabamos de terminar la explicación sobre el punto principal de hoy.
Ahora serán ellos mismos quienes se pongan manos a la obra y demuestren que lo han entendido.
Exponemos la actividad en cuestión, nos aseguramos de que lo han entendido… y tan solo unos minutos después, escuchamos una vocecita al fondo del aula: «¡Profe, ya he acabado!».
Un escalofrío nos recorre la espalda. ¿Cómo es posible? Si justo íbamos a aprovechar esos minutos para escribir algunas notas sobre la clase de hoy…
Rápidamente tomamos consciencia de que necesitamos dar tarea extra a esa niña y se nos ocurre mandar una actividad para que no se aburra o peor aún: que empiece a distraer a sus compañeros.
«Ponte a mirar la siguiente página del libro», «haz el ejercicio de abajo»…
Parece obvio, pero veo necesario recordar que esa personita no busca arruinar nuestros cinco minutos libres.
Tampoco boicotear el ambiente de trabajo y autonomía que reina en la clase en el momento en el que están haciendo trabajo individual.
Es difícil generalizar, pero para el beneficio del lector asumiremos que lo que esa alumna necesita es que le estimulen más allá de lo que acaba de completar.
Lo digo con convicción porque hace años yo fui esa niña que incordiaba a sus profesores porque acababa rápido.
Los comienzos…
Así empieza nuestro post de hoy, con una invitada excepcional. Estefanía Fernández o @auxiliardelenguas en su cuenta de Instagram.
Profesora de lenguas y auxiliar de vuelo, de ahí el nombre de su cuenta educativa. Tiene una historia fascinante que contarnos.
¡Sigue leyendo!
Huelga decir que nunca fui diagnosticada con altas capacidades y a día de hoy ni siquiera sé si lo soy.
Sin embargo, cuando empecé a hacer mis prácticas como profesora en Inglaterra descubrí que había un grupo de alumnos con los que empatizaba especialmente.
Dependiendo del centro les ponían una etiqueta u otra: las que yo conocí fueron Gifted & Talented (inteligentes y con talento) y Able & Ambitious (ambiciosos y capaces).
Gracias a mis tutores en el instituto y también a haber vivido experiencias similares durante mi época estudiantil, empaticé y entendí rápidamente a este grupo de alumnos.
Al mismo tiempo empecé a reflexionar sobre cómo podía ayudarles a demostrarse a ellos mismos hasta dónde eran capaces de llegar, lo que yo como estudiante hubiese querido que me pidiesen para estimular mi sed de conocimientos.
Las Altas Capacidades en el aula
Me gustaría añadir que lo que normalmente entendemos por “altas capacidades” no tiene por qué corresponderse a tener una inteligencia más allá de la media y menos aún estar diagnosticado.
«Altas capacidades» es solo una etiqueta para indicar que una persona tiene unas habilidades o ganas superiores a la media y de hecho, como docentes de la asignatura de lengua extranjera podemos ser nosotros mismos quienes reconozcamos por primera vez el alto potencial de un alumno así.
Al mismo tiempo, cabe resaltar que el hecho de que un niño tenga «altas capacidades» en una materia no tiene por qué significar que las tenga en otras.
¿Qué clase de actividades podemos asignar a esos estudiantes que sean significativas para su aprendizaje y que a la vez nos ayuden a gestionar el tiempo que asignamos al trabajo autónomo?
Dependerá de diversos factores: nuestra propia metodología, el currículo y de los alumnos en sí.
A continuación, quiero animarte a proponer algunas ideas teniendo en cuenta el objetivo del ejercicio.
Si buscamos evaluar la precisión y corrección lingüística de nuestros estudiantes: podemos pedirle a nuestra estudiante con altas capacidades que tome como un reto cometer el menor número de fallos o, una vez corregido el ejercicio, que expliquen por qué los errores que han hecho están mal.
Si evaluamos destreza comunicativa, puede ser interesante pedirle expresar ideas más allá de las que busca el ejercicio o incluso que intenten ser creativos con las herramientas lingüísticas de las que ya disponen para transmitir su mensaje tal y como lo dirían en español.
Algunos ejercicios tienen ejemplos u opciones posibles para hacerlo accesible a todos los niveles, así que otra posibilidad más es que podemos probar a quitarle ese apoyo a esa niña y ver qué tal se desenvuelve.
Una buena herramienta
A los docentes que lean este artículo y quieran saber más sobre cómo atender a la diversidad en el aula de lenguas extranjeras me gustaría recomendarles un libro con recursos que me ayudó en mis primeros años de práctica docente: Outstanding Lesson Ahead, de Amy Sargent.
Entre los ejemplos del libro, Sargent nos propone disponer de un rincón o cuaderno de actividades al que nuestros estudiantes puedan acudir cuando hayan terminado un ejercicio para continuar su aprendizaje.
Esta me resulta no solo una forma fantástica de estimular a los alumnos con altas capacidades, sino también de fomentar ante toda la clase tomar la responsabilidad de su propio aprendizaje, que para mí es el fin último de cualquier educador.
Para cerrar este artículo, me gustaría insistir en que los niños con altas capacidades no intentan ser un fastidio o boicotear la clase.
Tienen una ambición y ganas de aprender que van más allá de la media de su edad o del grupo en el que se encuentran.
Al igual que buscamos adaptar nuestras actividades a aquellos alumnos con dificultades, nuestra responsabilidad como educadores es estimularlos, ayudarles a darse cuenta de su potencial y conseguir que su ambición de aprender florezca sea cual sea la forma en la ellos deseen.
∞ Muchísimas gracias a Estefanía por aportar su visión y compartir su experiencia sobre este tema.
Te recomendamos visitar su web: www.auxiliardelenguas.com
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Happy teaching!